
En su texto Lessing propone la necesidad de defender la llamada "Cultura Libre" y la contrapone a la "Cultura del permiso". La diferencia entre ambas radica en que la primera protege a los innovadores y los creadores, mientras que en la segunda la creación está autorizada por los poderosos o por los creadores del pasado.
La protección a los creadores e innovadores en el marco de una "cultura libre"está en la limitación del alcance que tienen ciertos derechos de propiedad. De ahí que este tema esté directamente relacionado con los espacios institucionales llamados " procomún" en los cuales hay libertad con respecto a ciertos requisitos que el mercado impone.
Desde esta perspectiva preguntarse sobre la regulación en Internet, precisamente preguntarse por la regulación del código en internet o el tipo de código que predomine en el futuro no es solamente preguntarse por la vida en los lugares que admite el ciberespacio sino también significa reflexionar sobre la manera en que las leyes puden cambiar la forma en que se construye la cultura.
La adopción del código libre ( o sea la posibilidad de los usuarios de acceder al código fuente de los programas, también llamado software libre) es una de las manifestaciones concretas del hecho de pensar a la cultura como un bien de todos y construida por todos. De ahí que el autor diga que estas cuestiones sobre las "leyes del ciberespacio" no se terminan al apagar el módem.
El software libre no sólo permite el trabajo colaborativo que caracteriza a la ética hacker( descripta en una entrada anterior) sino que también actúa como mecanismo de limitar la intervención de los grupos económicos poderosos y del Estado en el área de la Cultura.
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